El presente volumen ofrece algunas de las incursiones de Robert E. Howard en el género policíaco. A un lado del cuadrilátero tendremos a recios detectives privados, armados con pistolas automáticas y anacrónicos cuchillos Bowie, o bien a honrados hombres corrientes (si tal adjetivo puede aplicársele a un protagonista howardiano), dispuestos a luchar hasta la muerte por una buena causa. En el otro extremo encontraremos a estranguladores hindúes, adoradores del diablo, caníbales de la «sociedad leopardo» y toda una variopinta ralea de sectarios y criminales exóticos, a cada cual más original y despiadado. El escenario: mansiones abandonadas y sitiadas por legiones de asesinos, regiones aisladas donde resulta imposible conseguir ayuda, y también las intrincadas calles del barrio chino («River Street»), donde tienen lugar las torturas más crueles, los peligros más insalvables y los combates más desesperados?